Los mosquitos que viven en zonas tropicales pueden transmitir enfermedades como la malaria o paludismo, la fiebre amarilla, el dengue, el virus Zika, el chikunguya... por lo que protegerse de ellos es de gran importancia. Algunas de estas enfermedades, como la fiebre amarilla, disponen de una vacuna. De hecho la vacuna de la fiebre amarilla es obligatoria para entrar en algunos países. Antes de viajar es importante que acudas a un Centro de Vacunación Internacional donde te informarán de las vacunas que necesites. En el caso de la malaria o paludismo, una enfermedad que puede resultar grave e incluso mortal, no existe ninguna vacuna eficaz por lo que la protección ante las picaduras de mosquita resulta fundamental. Consulta a las Autoridades Sanitarias ya que en algunas zonas es recomendable hacer prevención de la infección tomando antimálaricos. Para ello, en tu maleta no puede faltar un buen repelente cutáneo que contenga DEET, Icaridina, o IR3535: aplícalo sobre tu piel y sobre la ropa para una protección extra. Y hablando de ropa... intenta usar manga larga, ya que cuanta menos piel dejes expuesta a los mosquitos mucho mejor. Del mismo modo, debes evitar la ropa de colores oscuros y de fibras sintéticas ya que éstas atraen a los mosquitos. Si evitas los paseos entre la puesta de sol y el amanecer, también te estás protegiendo de los mosquitos ya que ésa es su franja horaria de mayor actividad. Otra buena medida de protección contra los mosquitos es el uso de mosquiteras: debes colocarla alrededor de la cama y fijarla bajo el colchón. Antes de dormir, comprueba que la mosquitera no está rota y asegúrate de que ningún mosquito se haya quedado dentro. Si a pesar de todas estas medidas, te pica un mosquito puedes usar un antihistamínico y productos con amoníaco tópico para aliviar el picor.